Aventuras gráficas de ahora (I): A Vampyre Story, The Abbey y Gray Matter

Seguimos hablando de aventuras gráficas que podemos encontrar ahora, interesantes, a buen precio, y que nos harán recordar, a los más veteranos, aquellos maravillosos años en los que con el simple movimiento del ratón, vivíamos historias irrepetibles.

A Vampyre Story

Se nos propone dirigir los pasos de Mona De Lafitte, una hermosa joven que se gana la vida cantando ópera, pero cuya belleza ha resultado en un infortunio que jamás hubiera podido esperarse.

Nuestra protagonista ha atraído al infame barón Shrowdy Von Kiefer, que además de feo y torpe da la casualidad de que pertenece a la estirpe de los vampiros. Entendiendo que la cantante no va a corresponder su amor, decide encerrarla en su castillo.

El barón decide convertir a Mona en una de los suyos, y le otorga el dudoso honor de pasar a enfilar las filas de los no muertos. Intentando dominar su nuevo estado, nuestra nueva amiga tendrá que escapar de la prisión donde está encerrada y dejar atrás las tenebrosas tierras de Draxsylvania para siempre, con la intención de volver a su hogar en la capital francesa. 

Un juego divertido, entretenido para pasar un buen rato y para saciar las ansias de aventura de los amantes de este género un tanto olvidado. Todo ello repartido en tres episodios, cada uno de ellos contando una historia diferente, que engancha.

Pero no llega al nivel de las aventuras de antaño, sobre todo, por sus personajes secundarios, ya que no tienen el carisma deseado, sobre todo tu compañero de fatigas, el murciélago Froderick, que abusa de los chistes malos, predecibles, sin gracia y que no aporta (a nivel argumenta sí) lo que hacían otros personajes como Elaine, por ejemplo.

Tampoco los diálogos llegan a ser lo divertidos que podían ser, sin sentido muchas veces, al intentar hacer la gracia pero no salirle, muchas veces te quedaras con la sensación de “A vale”. El juego es fácil, no supone mucho reto, ya que las acciones que tendrás que realizar sobre distintos elementos aparecen de forma automática (por ejemplo, si hay una gárgola, al pasar el raton sobre ella directamente nos saldrá la opción de empujar).

Pero que estas cosas no os echen para atrás, llegar al nivel de las viejas glorias, de aquellas obras maestras es casi imposible, solo unas pocas lo han conseguido. Vampire Story es un juego notable, bueno, que los amantes de las aventuras gráficas lo disfrutaremos, seguro.

Gray Matter

La historia comienza en una noche lluviosa, cuando nuestra primera protagonista, una maga callejera americana de nombre Samantha, conduce su moto en una carretera cerca de la localidad inglesa de Oxford.

El trasto decide dejar de funcionar en el momento más oportuno, y Sam acude a una mansión cercana a la carretera justo a tiempo para ver como una chica sale despavorida del lugar, murmurando algo sobre ser la nueva ayudante del doctor Styles.

Nuestra protagonista es una chica lista, y rápidamente usa esta circunstancia a su favor. Se hace pasar por la ayudante del tal doctor, y accede a la casa para poder pasar allí la noche.

Pero a la mañana siguiente se descubre que no somos lo que decimos, y empezara una oscura aventura en buscando seis pacientes para el doctor de la casa, a investigar una serie de asesinatos.

Una buena aventura gráfica, de la que se esperaba mucho, ya que su  desarrolladora era Jane Jensen (creadora de Gabriel Knight) pero que había en algunos aspectos que fallaba, que no daba la talla.

Como en su anterior juego, se nos presenta un mundo oscuro (un callejón con una tienda de magia, una mansión llena de misterios) y unos personajes con problemas graves, a los que, además, tendremos que manipular para conseguir lo que queramos.

¿Cuál es el problema? La historia arranca muy tarde, hasta la mitad del juego (incluso un poco más adelante) no llegamos a ver algo realmente bueno, y lo que es peor, que no llega a ser el gran argumento al que Jane nos tiene acostumbrados, con un final, muy flojo.

Los personajes tampoco trasmiten, son en la mayoría de los casos, y salvo una excepción, demasiado planos. Es cierto que son maduros, tienen problemas reales, pero no llegamos a conectar con ninguno, a sentir simpatía.

Pero a pesar de todo esto, no deja de ser una aventura gráfica muy recomendable para todos aquellos que disfrutan pensando, ya que tiene unos puzles bastante difíciles (sobre todo por la incursión de trucos de magia) que supondrán todo un reto. Recomendable.

The Abbey

 

Fray Leonando de Toledo, conocido por su astucia y su sabiduría, recibe la misión de acompañar a Bruno, hijo del conde de Capranegra, a la Abadía de Nuestra Señora de la Natividad, con el fin de que el muchacho lleve a cabo su formación religiosa.

 Este en principio rutinario viaje, sin embargo, no tarda en adquirir nuevas dimensiones. Tras escapar por los pelos de un intento de asesinato por parte de un hombre encapuchado y llegar a su destino, Leonardo descubre que su presencia puede servir para algo más que acompañar a su novicio: fray Anselmo, uno de los monjes de la abadía, ha muerto aplastado por un incensario.

Si bien las circunstancias de su fallecimiento no parecen tener nada sospechoso, una cuerda que no soporta el peso del utensilio y se rompe, con la mala suerte de que el monje se encuentra debajo, las malas lenguas no tardan en elucubrar que las fuerzas del mal pueden encontrarse detrás del incidente. No en vano, este infortunio coincide con la indescifrable aparición de luces nocturnas en la biblioteca, por lo que los rumores de la presencia de fantasmas no hacen sino cobrar más fuerza cada día.

El abad, por tanto, ruega a Leonardo que utilice su conocida audacia para averiguar cuán sobrenaturales son estos sucesos, o si es que en realidad se tratan de acontecimientos perfectamente terrenales que han dado pie a una irracional preocupación colectiva.

La mejor de las tres aventuras que aventuras que he mencionado. Casi no se le puede sacar ninguna pega, y estoy seguro, si hubiera salido en la década de  los 90 (porque, a veces la gente se confunde, no es el mismo juego que La Abadía del Crimen) se hubiera convertido en un clásico.

Una obra maestra, que nadie, tanto amante al género como no, se debería perder. Con unos personajes carismáticos, un protagonista grandioso, un sentido del humor que no desentona en ningún momento, bien metido y en los momentos adecuados, lo hacen indispensable.