Todavía guardo con mucho cariño las obras maestras que, por
la suerte de tener un ordenador allá por los años noventa, me hicieron vivir
tantos buenos momentos.
Ahora se ha perdido, pero antes los Monkey Island, Simon,
King Quest se vendían en cajas de cartón, dentro de las cuales venían los
disquetes para su instalación, el manual, una ruedita que servía de protección
contra las copias piratas (te daban una combinación antes de empezar el juego,
y tenias que unir caras o símbolos para ver que número salía y ponerlo) y su
guía (seguro que todos los que tuvieron juegos en aquella época se acuerdan del
forro rojo que había que comprar para poder leer la solución) .
Y sobre todo guardo las sensaciones que tenia cuando jugaba
a esas aventuras, recuerdo con mucho cariño a Guybrush y su búsqueda de Monkey
Island, a Simon en sus intentos por volver a casa, Roger Wilco y sus disparatas
aventuras en otras galaxias…
Todas ellas tenían algo especial, emanaban esa magia, esa
extraña sensación que solo tienen los juegos escogidos, los desarrollados con
amor, con esfuerzo, con mimo cuidando cada detalle, sin la presión que hay hoy
en día por acabar el videojuego en unos plazos concretos.
Y quien me iba a decir, que hoy, después de tantos años jugando
a tantas aventuras gráficas, muy buenas algunas pero que no destilaban esa
magia, que no me hacían sentir aquella sensación de las de antaño, me iba a
encontrar con una que me trasportaría 20 años atrás en el tiempo, que me absorbiera
de tal manera…y seguro que, de haber salido en los años noventa, habría que
añadirla a la lista de aventuras gráficas clásicas. Me he enamorado de Deponia.
Simon 3
No voy a hablar de gráficos (que los tiene muy buenos), de
la duración (que dura bastante), ni de la música…de ningún aspecto parecido, ya
que tenéis grandes análisis, sino de las sensaciones que he tenido al jugar a esta obra maestra.
Nada más empezar, me di cuenta de que estaba ante algo
diferente, ante algo muy grande. Solo con el grandísimo tutorial ya me di
cuenta de que Rufus (el protagonista) me iba a dejar una gran huella. Lo que
vino después del tutorial no hizo más que reafirmar esas sensaciones ¿O acaso
un juego que empieza así puede ser malo?
La Fuga de Deponia consigue lo que muy pocos imaginaban,
recoger el carisma de esos personajes y trasladarlo a Rufus (egoísta, con un
humor ácido…). Todo esto me hacía recordar a un personaje, pero no caía. A
Guybrush no, porque aun siendo egoísta no lo es tanto; tampoco a Roger Wilco,
porque aunque quiera escapar de Deponia (un mundo de basura) no utiliza sus
métodos; tampoco a Larry, ya que no se mueve por mujeres (aunque pueda
parecerlo por Goal, pronto os daréis cuenta de que no se mueve por ella) y
entonces, descartando, caí…Rufus es ¡Simon!
Le puse un gorro rojo (morado ya no), cambie a Lorit por
Alix, a Wal por Swampling, Deponia por
el mundo mágico de Simon The Sorcerer, incluso al alcalde con Calypso, y ahí estaba,
tenía delante de mis ojos la verdadera continuación de Simon The Sorcerer 2
(¿Os hacéis una idea de la grandeza, de la obra maestra que es al pensar esto
no?). Simon es un egoísta, aunque él no se dé cuenta, se cree el mejor, el que
posee la verdad, que todo el mundo es el raro (cómo Rufus). Busca salir de
Deponia, sin importar lo que le pueda pasar a esta (Simon quería volver a su
realidad y utiliza todos los medios posibles)…pero todo le sale mal. En
conclusión, jugar a La Fuga de Deponia
me ha hecho sentir como si estuviera ante la secuela no oficial de
Simon.
¿Hace falta decir algo
más? Creo que con esto esta todo dicho. Si hubiera venido bajo el nombre de
Simon The Sorcerer 3: El Deponio y la Elisea, y hubiera salido en la época
dorada de este género, estaríamos hablando de uno de esos clásicos que salieron
en los años noventa, un imprescindible, una aventura gráfica que destila magia,
que salen cada muy poco tiempo, que nos acostemos pensando en él, y al
levantarnos, nada mas encender el ordenador, pulsemos el icono del juego para
seguir avanzando y que cuando te lo pasas, sientes esa pena de haber estado
ante una obra atemporal, que tardaras mucho tiempo en probar otra cosa igual.
Como he dicho no voy a
hablar ni de gráficos, ni de música, ni de la duración, solo mencionar que los puzles
se resuelven de una manera muy natura, los hay fáciles y otros que no lo son
tanto, metidos en el juego de manera brillante y con el aliciente para los
novatos de que si te atascas en alguna parte, te lo puedes saltar.
Todo esto, sumando a un
gran argumento (aunque si hubieran cortado el final en una parte concreto
hubiera sido ya apoteósico) que deja todo abierto para una segunda parte (que,
aunque la quiero para ayer, deseo que se tomen su tiempo, sin prisas, que lo
maduren, y nos traigan otra aventura igual). El genial doblaje al castellano de
FX hacen de Simon 3, perdón, de la Fuga de Deponia, el mejor juego de aventuras
gráficas de los últimos 10 años. Así que tantos los amantes del genero (¿Qué hacéis
que todavía no lo tenéis?) como los que nunca han probado este genero, espero
que le deis una oportunidad. Dadle solo 5 minutos, porque una vez empezado, no
vais a poder dejar de jugar, y os adentrareis en un género que ni os imagináis lo
que os puede llegar a dar. Gracias Daedelic por traernos esta joya.
Podéis adquirirla en cualquier tienda por solo 20 euros, y el juego New York Crimes de Pendulo Studio de regalo.
A nosotros también nos ha encantado, Daedalic se va a convertir en un nuevo referente.
ResponderEliminarPara una aventura gráfica que llega totalmente localizada al castellano, como para no comprarla!!
ResponderEliminarA puntito de probarlo
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